martes, 11 de diciembre de 2012

Qué me ronda por la cabeza (o reivindicación de los pequeños posts)



Falta menos de media hora para que vaya a clase.

Y tengo tres posts en el tintero, o en el teclado, por usar un símil más afín.

El problema de tener posts pensados, es que necesito tiempo para poder elaborarlos, para poder escribirlos con calma. Algo que por cierto no hice durante este puente :( , eso sí, conscientemente, por otros menesteres.

Así que este es un post de transición, por llamarlo de alguna forma. Es un post para expresar que aunque no he escrito, no quiere decir que no esté pensando. Y en estas fechas, pensar estoy pensando mucho, respecto a las tres asignaturas que tengo y tenemos entre manos.

Tengo un post pendiente sobre el papel de los secretos, vinculado a un capítulo de Gregory Bateson de su libro "El temor de los ángeles", y relacionado con cuestiones educativas y evolutivas (sobre todo en lo que se refiere a la relación adultos-hijos, adultos-alumnos).

Tengo un post (calentito, estallándome, luchando por salir...) fruto de la sesión de ayer en el Master de Profesorado de Secundaria, discutiendo, conversando acerca de la película "La clase" o "Entre los muros" en una traducción más fiel. No tardará en llegar, probablemente lo publique en el blog de la asignatura, al que animo a visitar, porque es francamente interesante.

Tengo otro proyecto de post acerca de innovaciones complejas poco comprendida y traducciones empobrecedoras lamentablemente exitosas. Por dar una pista, algo que se muestra de manera excelente en la película Bird, sobre la vida de Charly Parker.

Además estoy ahora reflexionando acerca de qué conviene hacer en las cuatro sesiones próximas que quedan en Psicología del Desarrollo, y sobre todo, qué conviene hacer dentro de quince minutos. El valor de lo que se hace o no se hace es mucho más explícito cuando queda ya poco para terminar, al menos presencialmente. Mis pensamientos no van en la dirección de qué contenido dar, sino qué proceso conviene seguir (teniendo en cuenta lo hecho hasta ahora y el aprendizaje (supuesto) de mis alumnos).

Y además, soy consciente de la cantidad de tareas pendientes que me rondan, instándome a cumplir con ellas: la actividad 3 del Master de Docencia Universitaria, un par de artículos con fechas finales, cuestiones burocráticas igualmente importantes, etc... etc...

El problema de pensar en grandes posts, es perder la oportunidad comunicativa que tienen estos pequeños posts. No existirían los grandes posts sin los pequeños posts. El problema es que margino considerablemente a los segundos, y no debería ser así.

Son y veinte. Lo dejo aquí.

Saludos

Alejandro

2 comentarios:

  1. Si es que a veces nos damos demasiada importancia y, consecuentemente, a las cosas que queremos contar y a la forma de hacerlo.

    Yo lo noto en la relación que mantengo con mi blog. Parece, a veces, que sólo quisiera escribir en él cosas geniales e ideas rebosantes, pero creo que eso, aunque parezca paradójico, es dejar de cuidarlo y así también mi relación con él. Si todos los días el amor en una relación es lo más efusivo que pueda ser, el listón será situado tan alto que poco a poco casi nada será suficiente ni digno.

    De otra manera, atendiendo y reconociendo tanto lo mediano, como lo grande y lo pequeño, y por el hecho de aportar esa mayor variedad, se podrá reconocer mejor lo grande, lo pequeño y lo mediano, si es que se tratara de reconocerlo.

    Veo que redondeas a la baja en cuanto a la hora, ja!

    Un saludo

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  2. Hola David

    Redondeaba a la baja para tener mayor percepción de tiempo, je je... como con esto de los blogs pequeños, así tengo más espacio mental para los otros.

    Pero estoy de acuerdo con lo que planteas, eso de darse demasiada importancia a uno mismo, qué mal hábito. Además, de lo pequeño muchas veces es de donde surge lo grande, y si no que le pregunten a cualquier artista. Claro, buscando grandes ideas, geniales ideas, muchas veces evitamos lo más importante, escribir, estar ahí a ver si te pilla la inspiración trabajando ;)

    Aunque claro, tampoco es cuestión de escribir demasiado, algo que también satura. Tampoco me gustan los blogs que me saturan un poco porque me da la sensación de que es casi imposible seguirlos. También creo que viene bien dejar cierto espacio de reposo.

    Bueno, si el post era pequeño, los comentarios ya son pequeñitos pequeñitos. Ah... y ese es otro tema importante. La clave de un blog para mi, su textura principal, su tono, lo aportan los comentarios. Ahí el contexto es más dialógico, ¿no?

    Bueno te dejo que que son las 10:43 y tengo que preparar la sesión de hoy, además de otras cuestiones.

    Un saludo

    Alejandro

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