viernes, 11 de octubre de 2013

Comentario sobre estas primeras semanas



A lo tonto ya llevamos un mes de clases. Con las anteriores programaciones de curso, cuando comenzábamos a finales de septiembre, existía la idea no muy alejada de la verdad, de que el curso comenzaba realmente tras el puente del 9 de Octubre. Ahora no me parece que podamos decir lo mismo. El curso ha empezado y avanza ya a velocidad de crucero.

La verdad es que estoy disfrutando mucho con estos dos grupos de Psicología de Desarrollo, el del grupo Bilingüe y el grupo de la mañana (A). Sobre todo porque no pueden ser dos experiencias más diferentes. Aunque dar clase al grupo A no estaba previsto inicialmente, reconozco que está resultando una oportunidad de lo más interesante poder alternar entre ambas clases. Algo que lo facilita es el hecho de ir más adelantado (por comenzar antes) con el grupo B. Así hay más posibilidad de ir introduciendo variaciones. Además también incluyo al grupo C que imparte Gloria Nogueiras, cuyo proceso también estoy siguiendo. Este año creo que los tres grupos vamos en la misma dirección y eso creo que es un logro interesante.

Este primer módulo se centra en reflexionar y presentar nociones básicas sobre procesos del desarrollo, con la intención de construir un concepto de Desarrollo. Eso implica, evidentemente, ir mucho más allá de definiciones, más bien suscitar algunas experiencias para ir construyendo poco a poco un concepto sobre qué significa desarrollo y desarrollarse. Algo con lo que continuaremos con mayor concreción a lo largo de la asignatura. Recuerdo en mis clases como estudiante, cuando este tema se solventaba en una clase, muchas veces escribiendo una definición dictada, que luego se diseccionaba para entender sus elementos (también dictados). Lo que de momento estamos haciendo es muy diferente, desde luego le estamos dedicando mucho más tiempo y no ha habido mucho que dictar y sí bastante que discutir y explorar. Otra diferencia es que apenas hemos dedicado un segundo en hacer un repaso histórico por la disciplina (otra clásico de estas clases introductorias). Esto nunca lo he considerado muy útil, la verdad. Los autores irán apareciendo paulatinamente a medida que los necesitemos, pero presentarlos antes de momento no es muy necesario. Cualquiera puede leer los capítulos introductorios de un manual, lo que tampoco está de más, por cierto. Y son fácilmente accesibles en la biblioteca.

Una variación interesante esta semana ha sido la siguiente. En el grupo B al ver los aspectos procesuales del desarrollo, leímos dos definiciones (el principio Ortogenético de Werner entre ellos) y las discutimos y aclaramos a continuación. Con el grupo A, en cambio, añadí una definición más y dejé tiempo para que se leyeran y se pensaran, antes de discutirlas. Una pequeña variación, pero que creo que consiguió aclarar bastante más. A esto me refería con lo que tener dos grupos puede suponer una oportunidad interesante para aprender sobre la asignatura y la manera de impartirla.

Ya iré comentando más cuestiones similares, de contraste entre ambos grupos (o incluso el tercero de la tarde, que está incluyendo otros derroteros de exploración muy interesantes también).

Por último, ayer leí un artículo de prensa interesante, sobre las clases que dio Cortázar sobre Literatura en la Universidad de Berkley en 1980. Me llamó la atención como empezaba el artículo, con esta cita de Cortázar que les comentaba a los alumnos lo siguiente:

"Tienen que saber que estos cursos los estoy improvisando muy poco antes de que ustedes vengan aquí: no soy sistemático, no soy ni un crítico ni un teórico, de modo que a medida que se me van planteando los problemas de trabajo, busco soluciones”.

 Aparece esta idea de la "improvisación" que quienes lean asiduamente este blog ya saben que me gusta e interesa desde hace mucho tiempo. La improvisación tiene mala fama en el mundo de la docencia (y en el del gobierno de un país parece ser ;). Sobre todo si se le asocia el significado de poca preparación, arbitrariedad escasa organización. Ahora, cualquiera que conozca la pasión de Cortázar por el jazz, podría presuponer que si usaba esa palabra, además de para provocar la conectaba con otro tipo de significados: por ejemplo la flexibilidad, la capacidad de crear sobre la marcha (a partir de cierta estructura de partida), la capacidad de disfrutar con algo vivo, algo que se va creando sobre la marcha (algo similar a los principios de autoorganización de los sistemas complejos que también comentamos esta semana). Una nota o conjunto de notas creando la situación o punto de partida para las siguientes. Por todo ello, me gustó ver cómo Cortázar adoptaba una metodología ligada a estos procesos improvisadores.

Curiosamente el periodista, menciona a continuación de la cita anterior:


 Es cuando menos inquietante que un profesor empiece su primera sesión dirigiéndose a los alumnos de esta guisa. Pero se perdona si el docente es Julio Cortázar. Además, no era exactamente así. El escritor argentino llevaba su aparato de notas y un buen número de libros marcados para dar un curso sobre las claves de su obra entre octubre y noviembre de 1980 en la Universidad de Berkeley.

Me resulta muy graciosa esta acotación del periodista. Primero por señalar que la frase de Cortázar era inquietante (de nuevo, presupone con razón que eso de improvisar deber ser algo raro en el contexto educativo universitario, y más que raro, algo indeseable). Algo sólo perdonable si alguien es un genio, claro. Y luego justifica (tal vez no sea suficiente siquiera con ser un genio para improvisar) que realmente Cortázar iba muy preparado. Lo que de nuevo deja entrever que la concepción de improvisación que se usa tenía que ver con eso de la poca preparación, arbitrariedad y escasa organización que ya mencioné antes.

Cualquier buena improvisación depende de mucho trabajo previo, sobre la que se sostiene. Una novedad relevante se sostiene y emerge de las condiciones previas, que la posibilitan. No surge de la nada. Algo que también discutimos esta semana, si no me equivoco.

En el marco de las clases del Master de Docencia Universitaria, con el primer módulo sobre procesos de enseñanza y aprendizaje, estoy anticipando una de las probables discusiones que tendremos dentro de poco, sobre esta cuestión. Así que aprovecho ahora también para introducirlo.

Nada más por hoy, a ver cómo seguimos la semana que viene.

Un saludo

Alejandro


2 comentarios:

  1. "la flexibilidad, la capacidad de crear sobre la marcha (a partir de cierta estructura de partida), la capacidad de disfrutar con algo vivo..." je!

    Me resulta difícil no acordarme de aquello que dijiste en un post que he recuperado hace poco:

    "En lo que respecta a la metáfora de la transmisición, o el mito de la transmisión, es como un cadáver putrefacto, que no puede descansar en paz, porque no deja de ser invocado mágicamente por tantos estudiantes y profesores, que así se sienten más tranquilos, pensando que han comprendido lo que ocurre cuando se aprende y se enseña."

    http://alejandroiborra.blogia.com/2009/111102-necesitamos-un-funeral.php

    Un saludo!

    ResponderEliminar
  2. Hola David, gracias por recordarme este fragmento, que la verdad, ya no reconozco ni como propio, sino escrito por otra personal. ¿No pasa esto cuando nos leemos pasado el tiempo? A mí sí, desde luego. Recuerdo ese post, con cierta nostalgia. Espero que sea un acicate para crear nuevos posts y nuevas situaciones, inspiradas en el pasado, pero sin caer en el error de tratar de meramente repetirlo.

    Un saludo

    Alejandro

    ResponderEliminar