martes, 22 de enero de 2019

Horizontes de cambio




Cuánto tiempo sin escribir aquí. Y cuánto lo echaba de menos. Aún reciente este comienzo de año, quiero comprometerme con un objetivo, con un deseo: escribir de nuevo, escribir al menos un post semanal. En principio no parece mucho, pero es más de lo que parece. Pero ahí queda. Si fracaso en mi empeño, quien quiera que lea esto me lo podrá echar en cara.

Echo de menos escribir, dedicar un tiempo a reflexionar y compartir dichas reflexiones. Si no lo he hecho, ha sido por varios motivos. El primero, no disciplinarme para encontrar un hueco, un momento donde poder escribir. No voy a excusarme en el auge de las redes sociales y la caída de los blogs. Ciertamente, sigo teniendo muchas más esperanzas en los blogs, que en las redes sociales, al menos para profundizar en aquello en lo que se quiere compartir. Pero no es de esto de lo que quiero hablar hoy.

En los últimos meses, he vivido un gran cambio personal. Y dentro de unas semanas, viviré otro interesante cambio profesional. El primer cambio es que es que tuve con mi mujer, Yasmina, una hija preciosa llamada Yara. Ser padre está generando muchos pequeños cambios, sutiles y obvios, que estoy realmente disfrutando. Cuánto podría escribir sobre esto, pero no hoy. Simplemente quería indicarlo por aquí. El segundo cambio, que está por venir, es que dejaré de ser Director del Departamento de Ciencias de la Educación, tras seis años de trabajo. Y cuántas esperanzas tengo en este cambio, para ganar un tiempo que poder volver a dedicar a la docencia y sobre todo, a la investigación. Tampoco voy a extenderme sobre esto, lo haré, también quería señalarlo, como dos sucesos vitales que están marcándome en este momento de mi vida. De manera complementaria y como apuesta a una mayor implicación en la investigación, junto con Ana Belén García Varela (y otras personas) hemos creado un Instituto de Investigación, el IEDDAI (Instituto de Educación y Desarrollo Daiseku Ikeda), cuya sede en la Facultad de Educación, en conexión con la Universidad Soka de Japón, nos va a permitir iniciar nuevos proyectos académicos de investigación, formación y divulgación. Aún no hemos empezado formalmente la actividad del instituto, pero espero que se produzca en las próximas semanas.

Así que estos sucesos están influyendo mi contexto actual. Y seguro que me proporcionan temas para poder escribir en este espacio.

Desde luego, también quiero compartir temas que se quedaron pendientes los pasados meses. Si algo caracterizó el pasado curso, fue la cantidad de congresos interesantes en los que participé junto a colaboradores como Pilar Mamolar y Gloria Nogueiras (el pasado mayo en el ESRAD en Greenwich), Luana Bruno y Silvia Sánchez en el CIPE (Logroño, el pasado junio) y por último con Ana Belén García, Luana Bruno y Coral Roncero el pasado mes de Noviembre en el IV Congreso de Psicología Positiva (SEPP) celebrado en Madrid. Cualquiera de los trabajos presentados, ejemplos de investigaciones en curso, serán objeto de divulgación por aquí.

Que no haya escrito no quiere decir que no hubiera cosas sobre las que escribir. Y más allá de temas de investigación, lo más interesante es todos los procesos relacionados con la docencia que se han quedado a un lado, y qué lástima, porque el pasado cuatrimestre (del pasado curso) fue francamente interesante.

En parte por ello, el próximo post estará relacionado con mi evaluación reflexiones en torno a los trabajos en Psicología del Desarrollo, que imagino empezaré a recibir a partir de mañana. Qué curiosidad la tengo ahora. Nunca se sabe qué es lo que pueden dar de sí unos días o semanas de reflexión, para integrar y dar sentido a lo trabajado los pasados cuatro meses. Aún recuerdo la intensa sesión final de la asignatura, junto a Luana y Silvia, que me acompañaron ese día, como tributo a su trabajo al comienzo de la misma, mientras estaba de baja por paternidad. Ha sido un cuatrimestre diferente, muy diferente. Y por ello, tengo muchas ganas de leer cómo han integrado y dado sentido a lo trabajado. Pero de eso escribiré el próximo post.

Ah...una última cosa. Este viernes defiende su tesis doctoral Susana Domínguez, una tesis de lo más interesante: "La jubilación en la profesión docente como transición evolutiva: estudio de casos desde una perspectiva narrativa". Vienen Emilia Serra y Juanjo Zacarés, mis principales maestros en Psicología del Desarrollo, quienes junto a Marimar del Pozo conformarán un tribunal de lujo. Por si alguien está interesado, viernes a las 11:30 en la Sala 3M del edificio del Rectorado.

Un saludo

Alejandro

1 comentario:

  1. Saludos pandêmicos. Imperan otros medos ahora! Gracias por tu escrita.

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