martes, 6 de mayo de 2025

Revive el blog

 Revive el blog. 

En la asignatura de Tendencias de Metodología Docente, en el Master de Innovación, acabo de compartir como parte del último módulo, dos posts que publiqué en este blog. 

No es algo extraño que comparta escritos elaborados en otros tiempos, otros alumnos, otras asignaturas. Los comparto porque suelen ser apropiados otra vez. Es como que vuelven a cobrar vida, o así me gusta verlo. 

Han pasados tantas cosas este cuatrimestre y tan poco lo que comparto... Al menos quería escribir acerca de lo importante que es para mi reencontrarme con estos temas, que siguen siendo actuales. 

Eso sí, el tiempo y otras circunstancias también proporcionan nuevos significados, otros matices. Con el tiempo, cada vez valoro más el contenido elaborado en este blog, con el que mantengo esta relación infiel. 

Justamente ahora que estamos trabajando un módulo sobre evaluación (evaluación formativa sobre todo), mucho contenido de este blog se vuelve más pertinente que nunca. 

Me encantó escuchar en la última sesión de la asignatura, el pasado lunes 5 de mayo, que con las tareas de evaluación que tanto Ana Belén como yo aplicamos en clase, los alumnos sentían que reflexionaban más (dentro y fuera de clase), que aunque a veces no eran agradables o cómodas las devoluciones, planteaban una dirección de mejora, de aprendizaje, por qué no, de desarrollo. Plantearon también que el estilo "intuitivo" que percibían en nuestra evaluación, atendiendo a múltiples fuentes a la vez, a veces también les podía generar cierta incertidumbre o confusión, lo que en sí no valoraban como algo negativo. 

Esto es lo que recuerdo ahora, y al escribirlo, me será más fácil también de recordar. 

Uno de los aspectos para indagar sobre la evaluación será hasta qué punto dicha evaluación es auténtica. Uno de los nuevos artículos para trabajar esto, me parece que plantea un modelo más que sugerente, es éste:

Nieminen, J. H., & Boud, D. (2025). Placing authenticity at the heart of student self-assessment: an integrative review. Teaching in Higher Education30(3), 640-662.

¿Se perciben las tareas evaluables como una actividad auténtica o rutinaria? ¿algo significativo o algo que se hace por obligación? ¿hay un compromiso, una implicación en la actividad, en la tarea? ¿hay vida en ella o ha nacido ya muerta? 

Es como el beso de la muerte, la metáfora de Bateson que tanto hemos usado en el pasado. ¿Tienen nuestras tareas, por el mero hecho de proceder del profesor, el beso de la muerte o hay opciones de insuflarles vida?

Los autores del artículo plantean estos cuatro tipos de autenticidad potencial:


Autenticidad porque la tarea contribuye a la formación profesional que tendrán que desempeñar en el futuro. 

Autenticidad porque uno mismo se manifiesta al hacer la tarea, o uno descubre o elabora nuevas cuestiones sobre sí mismo. 

Autenticidad porque se pueden usar formatos audiovisuales, digitales que contribuyen también en compartir la tarea y adaptarla a las necesidades propias. 

Autenticidad porque la tarea, la información que hay en ella no se pueden separar del que elabora dicha información. El que conoce y el conocimiento, el sujeto y el objeto son parte de una misma totalidad y la tarea contribuye así al proceso de elaboración del conocimiento. 


Para mi la autenticidad de la tarea tiene que ver también con lo que uno siente cuando la hace. Hay una curiosidad, un interés intrínseco, un disfrute, un desafío, un propósito que trasciende la actividad en sí, una apropiación porque hay espacio para adaptar a uno mismo lo planteado. 

Bueno, esto que escribo al menos es auténtico para mi y quería compartirlo por si sugiere algo a quien lo lea. 


Saludos

Alejandro


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