Hola a todos y todas
Las semanas van pasando y todavía no me había puesto a escribir acerca del curso de verano que impartiremos este año: Karate Abductivo.
Gran parte de este curso se gestó cuando impartía la asignatura de "Desarrollo de Programas de Habilidades Sociales". En dos ocasiones, en marzo de 2010 y en abril de 2011, invité a mi profesor de Karate para hacer un taller de unas dos-tres horas de duración. El propósito fundamental de esos breves talleres era explorar los conceptos de habilidad y contexto, con un contenido muy diferente al que trabajábamos en clase. Si en clase nos centrábamos en habilidades sociales de comunicación, hablar en público, resolver conflictos y liderazgo, en ese seminario nos dedicamos a explorar de qué manera aprendíamos una serie de habilidades básicas de Karate, analizando además de qué manera las enseñaba Paco (Francisco Tapia). A fin de cuentas, la asignatura incluía reflexionar acerca de cómo crear un programa de desarrollo y formación en habilidades sociales.
Las experiencias de estos dos talleres (en dos años consecutivos) fueron muy buenas. Por ejemplo recuerdo lo que comentaron brevemente dos alumnas en sus autoevaluaciones de la asignatura:
"Paco me dejó admirada, no sólo por su habilidad para el kárate, sino por todas las habilidades que mostró estando con nosotros. Se adaptó a la perfección al contexto (qué difícil el tema del contexto) y fue un fabuloso comunicador de todos sus conocimientos y experiencias."
"Disfruté muchísimo con la sesión de Karate que hicimos y me sorprendí a mi misma realizando los ejercicios ante las miradas de mis compañeros. Pasé de la vergüenza inicial al disfrute final. "
Las semanas van pasando y todavía no me había puesto a escribir acerca del curso de verano que impartiremos este año: Karate Abductivo.
Gran parte de este curso se gestó cuando impartía la asignatura de "Desarrollo de Programas de Habilidades Sociales". En dos ocasiones, en marzo de 2010 y en abril de 2011, invité a mi profesor de Karate para hacer un taller de unas dos-tres horas de duración. El propósito fundamental de esos breves talleres era explorar los conceptos de habilidad y contexto, con un contenido muy diferente al que trabajábamos en clase. Si en clase nos centrábamos en habilidades sociales de comunicación, hablar en público, resolver conflictos y liderazgo, en ese seminario nos dedicamos a explorar de qué manera aprendíamos una serie de habilidades básicas de Karate, analizando además de qué manera las enseñaba Paco (Francisco Tapia). A fin de cuentas, la asignatura incluía reflexionar acerca de cómo crear un programa de desarrollo y formación en habilidades sociales.
Las experiencias de estos dos talleres (en dos años consecutivos) fueron muy buenas. Por ejemplo recuerdo lo que comentaron brevemente dos alumnas en sus autoevaluaciones de la asignatura:
"Paco me dejó admirada, no sólo por su habilidad para el kárate, sino por todas las habilidades que mostró estando con nosotros. Se adaptó a la perfección al contexto (qué difícil el tema del contexto) y fue un fabuloso comunicador de todos sus conocimientos y experiencias."
"Disfruté muchísimo con la sesión de Karate que hicimos y me sorprendí a mi misma realizando los ejercicios ante las miradas de mis compañeros. Pasé de la vergüenza inicial al disfrute final. "
Entonces parte de mis propósitos tenía que ver con que los alumnos/participantes experimentaran diferentes situaciones de aprendizaje, aprendiendo algo que la mayoría no conocía y que además involucrara especialmente al cuerpo. Gestionar emociones como las que se mencionan, vergüenza y disfrute, en conexión con diferentes contextos de práctica, es una de las cosas que más me interesaba explorar.
La clave de este taller residía en poder conectar y comparar lo practicado durante el mismo en relación con lo que hacíamos en la asignatura. Ahí estaba para mi el componente de abducción que muchas veces trato de generar en mis clases, siguiendo la noción de Gregory Bateson que veía los procesos de abducción no sólo como un tipo de inferencia que busca explicar una situación novedosa de la manera más satisfactoria por medio de la creación de hipótesis, sino como un proceso de comparación (propio de los procesos de creación de metáforas y analogías) en el que una situación A se puede conectar con una situación B, con la que guarda una serie de similitudes. Dicho proceso de comparación genera una serie de cuestiones que sin la comparación sería imposible o más díficil de detectar o identificar.
Desde esta reinterpretación personal del término "abducción" tenía para mi mucho sentido explorar cómo aprendemos, por medio de un arte marcial como el Karate.
En Diciembre del 2013, en una de mis visitas esporádicas en Valencia a la Escuela de Karate, conversando con él en el dojo, se me ocurrió de repente la idea de hacer un curso de verano sobre procesos de enseñanza y aprendizaje, por medio de la práctica del Karate. Otra manera de decirlo es, ¿qué puedo aprender sobre mi mismo y mi manera de enseñar y aprender, por medio de mi práctica del Karate?
En mi caso particular llevo entrenando y practicando Karate desde los 12 años. Lo hice de manera muy regular desde 1987 hasta Enero de 2002, año en el que me fui de Valencia para venir a vivir y trabajar por Madrid. Pero desde 2002 no he dejado de practicar. Siempre le dedico tiempo. Cualquier deporte que haga siempre tiene de fondo su relación con el Karate, al que busco complementar de alguna manera. Eso ha hecho que la mayor parte de mi práctica sea mucho más individual que antes, con sus ventajas y sobre todo sus inconvenientes. Es muy fácil perder referencias a la hora de trabajar con otra persona a la que te tienes que adaptar en todo momento: por altura, la distancia, el ritmo, la velocidad o intensidad como trabaja, etc...
Trato de ir a entrenar a la Escuela por lo menos una vez cada seis meses, para no perder cómo van innovando y desarrollando nuestra disciplina, que es el estilo creado por Francisco Tapia, denominado Full Technic. El nombre trata de enfatizar la importancia de desarrollar una ejecución técnica plena, completa en la práctica del Karate, desarrollando una sensibilidad y un dominio de cada uno de los movimientos implicados.
Con 12 años, tras varias experiencias de frustración con el fútbol (deporte que nunca se me dio muy bien), el Karate me supuso una gran oportunidad de desarrollo, que entonces no podía ni sospechar. Una de las grandes ventajas de aprender con Paco fue que siempre estaba innovando. El estilo estaba siempre cambiando y justamente en esos años, el Full Technic se encontraba en sus fases iniciales, surgiendo a partir del Karate Kyukushinkai, que es el estilo tradicional que practicábamos formalmente. Así no sólo empecé a practicar un arte marcial y todo lo que eso implicaba (ganar resistencia física, fuerza, agilidad, concentración, memoria, flexibilidad, disciplina), también me acostumbré a no contentarme con repetir enseñanzas tradicionales, sino tratar de ir más allá, tratar de comprender por qué hacíamos lo que hacíamos, pensar sobre mi aprendizaje, hacer preguntas. Sin saberlo estaba acostumbrándome y sensibilizándome a estar en un contexto de innovación, algo que me vino muy bien después, en el campo de la Psicología.
Desde el 2002 el Karate Full Technic ha evolucionado mucho. La base sigue siendo la misma, conseguir una fluidez a la hora de atacar de manera realista (con manos, puños o pies) y defenderse para contratacar, en acciones combinadas de ataque y defensa, que requiere un nivel técnico y físico bastante alto. A esto se le ha ido añadiendo mayor uso de proyecciones, inmovilizaciones y barridos, logrando un mayor dominio no sólo en distancias largas y medias, sino también en cortas y muy cortas.
Aparte de estas cuestiones técnicas, siempre me ha interesado la innovación de Paco a la hora de enseñar, propiciando diferentes tipos de práctica desde lo más tradicional hasta lo más aplicado, desde lo más repetitivo a lo más interpretativo y creativo, siempre generando variaciones e introduciendo novedades.
Del 7 al 11 de Julio tendremos ocasión de practicar y conocer de primera mano a un gran profesional esta disciplina.
El curso no es curso de Karate. El curso utiliza el Karate para reflexionar sobre los procesos de enseñanza y de aprendizaje, por ello dará igual el nivel de conocimiento previo que tengas en Karate o en cualquier otra arte marcial. Cada cual podrá adaptar el curso a sus necesidades, sus conocimientos y habilidades.
Si alguien tiene alguna duda o pregunta, podéis plantearla por aquí. Un saludo
Alejandro
Gracias Alejandro, aunque todavía me lo tengo que pensar un poco por temas de disponibilidad en las fechas del curso, voy a ir compartiéndolo.
ResponderEliminarGracias David...
ResponderEliminarPor algo me encantaban tus clases ;-) ¡Abrazos!
ResponderEliminarCómo fue el curso de verano? Alguna conclusión propia y de los estudiantes?
ResponderEliminarHola David
ResponderEliminarLamentablemente no hubo curso de verano. No había alumnos suficientes como para poder llevarlo a cabo. Una pena. No me pasaba esto desde el 2003, que tampoco salió un curso. Creo que las fechas no fueron las mejores y el tener que subir un poco el precio por lo que nos suponía el alquiler del tatami, imagino que tampoco ayudó, mucho menos en el contexto actual. En fin... habrá más oportunidades. Aún así voy a ver la posibilidad de volverle a pedir a Paco que nos visite este cuatrimestre, tengo que quedar con él y hablar sobre ello. Ya veremos. La verdad es que hubiera sido un curso muy curioso. Para mi era un gran desafío, porque hubiéramos podido hacer conexiones que sólo surgen cuando se trabaja desde lo corporal. Pero lo dicho, otra vez será.
Un abrazo y gracias por comentar
Alejandro