Las mentes creativas son conocidas por ser capaces de sobrevivir a cualquier clase de mal entrenamiento.
Anna Freud
El tema del curso de verano de este año es el de la creatividad. Pero no es un curso más sobre la creatividad, o sobre cómo ser más creativos. Lo interesante de este curso, en mi opinión va a ser explorar cómo creamos y aprendemos mediante dicha creación. O dicho de otra manera, cómo aprendemos cuando lo que aprendemos es nuevo, cuando no hay nadie que nos esté enseñando explícitamente, o cuando para aprender vayamos simplemente a aprender de otros, replicando sin más lo que otros hacen.
Es relativamente fácil aprender algo y sobre ello innovar. Otra cosa es innovar de por sí. Evidentemente nunca innovamos desde 0, siempre nos apoyamos en la experiencia de otros, a partir de los cuales podemos crear, avanzar, innovar. Pero ir más allá de lo que se ha hecho, ir más allá de manera que lo que se genere sea algo realmente nuevo, creativo y no una mera prolongación, eso es algo realmente complejo. Y según ciertos autores defienden, como Robert Sternberg, la educación formal no siempre nos facilita que sepamos cómo crear.
Una manera para mi de reconocer que alguien es creativo, es seguir lo que hace, tras un tiempo y comprobar si es fácil de seguir o si por el contrario, empiezan a aparecer algunas novedades que hacen complejo (de nuevo) poder seguir lo que se está haciendo. Que se rompa la familiaridad, los automatismos, que tengas que seguir aprendiendo cosas nuevas, y no sólo productos nuevos, también procesos o nuevas metodologías, incluso maneras nuevas de concebir algo (algo más ligado a la epistemología).
Esto es algo que he tenido la fortuna de comprobar en vivo junto al menos dos personas: por un lado mi Sensei de Karate, Francisco Tapia, por otro lado, el psicólogo escocés John McWhirter. Los dos no pueden ser más diferentes, así como sus disciplinas, pero los dos se caracterizan justamente por no haberse contentado por seguir repitiendo lo que aprendieron en su día: el Karate Kyokushinkai en el primer caso, la Programación Neurolingüística, en el segundo caso.
En su capítulo "Behavioral Remodeling: advancing NLP's Linguistic Model", publicado en el libro Innovations in NLP: For challenging times (2011), John describe algo de su historia de aprendizaje en relación a la PNL, como no encontraba la metodología de modelado a partir de la cual Richard Bandler y John Grinder desarrollaron la Programación Neurolingüistica, decidió desarrollarla por sí mismo. Algo a lo que por cierto el mismo Richard Bandler le animó, incluso proporcionándole pistas. Según John "en ese momento, la PNL se había centrado en dos tipos de modelado: el modelado por replicación y el modelado de producto. El modelado por replicación es el que más se ha ejemplificado con el objetivo de 'replicar la excelencia' y se encuentra en el núcleo de la PNL tradicional. Esto conduce naturalmente al modelado de producto, que persigue desarrollar una versión simple de lo que es creado por medio del modelado por replicación- un modelo más fácilmente por tanto de aprender y aplicar. La habilidad de Bandler de replicar algunos de los acercamientos terapéuticos de Erickson, Satir y Perls fue simplificado en técnicas fáciles de seguir. El valor del modelado de producto reside en su efectividad para lograr cambios específicos sin los años de experiencia y la profundidad de las habilidades (de los expertos que servían de ejemplo o modelo). La limitación es la falta de profundidad a la hora de comprender como dichos expertos generaban la excelencia." (posición 1717). Tal y como concluye John, su interés se movió de producir técnicas a enseñar los procesos complejos que subyacían a dichas técnicas. De ahí el interés de no sólo (1) cómo construimos un modelo del mundo, sino también cómo (2) mantenemos dicho modelo, (3) cómo lo usamos y sobre todo, (4) cómo remodelar el modelo, cómo mejorarlo para que funcione de manera más certera y compleja, conociendo incluso cómo (5) modelar dicho remodelar. Sólo la primera distinción de cómo construimos un modelo del mundo estaba incluida por la PNL tradicional, en el resto, John fue mucho más allá para desarrollar su disciplina de Developmental Behavioral Modelling. Desde 1993 integró gran parte de esto en su formación conocida como Systemic Therapy and Consultancy, que muchos hemos tenido la suerte de experimentar.
Una característica de este curso es que nunca es el mismo. Yo he tenido la oportunidad de hacerlo en dos ocasiones, y lo que se cubría así como cómo se cubría, era diferente, lo que mostraba justamente un ejemplo de la metodología en acción, en un proceso de desarrollo constante.
Por eso me parece que el curso que este año vamos a poder disfrutar va a ser muy interesante. Poder explorar durante cinco días, procesos centrales, característicos y propios de lo que supone crear, y por supuesto, innovar. Explorar qué elementos son fundamentales en este tipo de aprendizaje, me parece además que resulta cada vez más importante, sobre todo teniendo en cuenta los momentos de incertidumbre que nos está tocando vivir (¿y cuándo de hecho no vivimos momentos de incertidumbre?)
Y vamos a poder explorar estas cuestiones justamente con alguien que ha sido capaz de crear una disciplina nueva, usando y creando distinciones integradas en modelos, que cumplieran con algunos criterios tales como: ser sistémicas, holísticas, recursivas y desarrollativas (por ejemplo las distinciones de DETALLE, EXTENSIÓN y CONEXIÓN).
Espero que este curso nos sensibilice a todos mucho más sobre esta cuestión, de manera que podamos seguir practicando el crear nuevas distinciones para hacer un mejor uso de la experiencias que tengamos, cada uno en sus diferentes disciplinas y campos de aplicación. Eso sí, termino con una advertencia final que plantea John en el mismo capítulo:
"Una limitación potencial a la hora de aprender y aplicar la metodología de modelado es el compromiso requerido por parte del aprendiz para aprender distinciones detalladas, modelos y procesos. Con muchas más distinciones y modelos hay mucho que aprender y aplicar (en este momento existen alrededor de 400 modelos formales en DBM). La metodología de modelado no ofrece una técnica simple que pueda usarse para una solución rápida. Un preciso "no saber" cuando empiezas con un cliente es apropiadamente incómodo. Lleva tiempo desarrollar comodidad con esta incomodidad natural, pero es importante hacerlo dado que ello alerta al profesional que no conocen todavía a la persona única con la que están trabajando. Esto va en contra de nuestra educación occidental, en la que saber es bueno y un signo de inteligencia, ¡y no saber significa que eres estúpido! Sistemas simples de clasificación y técnicas son populares, en parte, porque el usuario empieza desde (una posición de) saber/conocer el sistema y sólo espera a ajustar al cliente en una de las técnicas". (p.1969)
Muchas gracias a todos los que habéis mostrado interés por este curso y os habéis apuntado para participar. Nos espera una semana muy interesante.
Un saludo
Alejandro
PD: Por cierto, que hacer este tipo de curso pero con el Karate como contenido es algo que algún día tendremos que hacer ;) y estoy seguro que a Paco Tapia le gustaría la idea.
ResponderEliminarYo he sido (auto)aplastada por mi conciencia y mis experiencias, no lo digo desde el punto de vista peyorativo sino todo lo contrario, desde el punto de vista de la intensidad del aprendizaje durante el curso llevado eso a mi terreno personal (que es el que pisaba con mayor frecuencia esos días)