Mañana empiezo mis clases. Antes de eso quería detenerme un momento para escribir acerca de cuál ha sido mi principal actividad desde que terminó la docencia del curso pasado, a finales de mayo.
Mucho ha pasado desde entonces. Desde el 4 de Junio, una vez finalizado el VI Encuentro de Innovación Docente de este año, centrado en el tema de la Interdisciplinariedad (un tema que retomaré en futuros posts), tuve la oportunidad de realizar una estancia de investigación en la Universidad John Moores en Liverpool, junto con el profesor Andrew Sparkes. Esta estancia en cierta manera complementó una estancia anterior que realicé con el mismo profesor en 2004, entonces en la Universidad de Exeter. El tema de ambas, era seguir profundizando en metodologías de investigación cualitativas.
Este año, mis objetivos eran mucho más concretos, dado que fui con el propósito de escribir con Andy un artículo, centrado en la comprensión de las trayectorias de entrada, salida y mantenimiento de las personas sin hogar (del entorno de Madrid). Este proyecto de investigación, junto a Carolina Marín, Jose Juan Vázquez y Sonia Martínez, ha estado desarrollándose los últimos tres años. La parte de investigación cualitativa, empezaba a ver sus frutos con este primer artículo, centrado en este tema de las trayectorias de las personas sin hogar. En sí supone una combinación de temas propios de la Psicología Social y la Psicología del Desarrollo (y una colaboración con profesores de la Facultad de Psicología de la Universidad Complutense).
No pretendo ahora ahondar en el tema de esta investigación, sino reflexionar sobre mis tareas como investigador, en las que he estado mucho más implicado estos últimos meses. Considero esto importante, porque esta labor de investigación muchas veces no es tan visible comparada con las tareas de docencia y gestión. De hecho, a partir de mañana, tanto la docencia como la gestión (sobre todo las tareas de la coordinación de la innovación docente) requerirán mucho de mi tiempo. Eso no significa que la actividad investigadora disminuya. Al contrario, se mantiene en paralelo, a duras penas a veces, pero se mantiene.
Además del tema de las trayectorias de las personas sin hogar, otro tema que ha ocupado mi atención ha sido la investigación de mi doctoranda Mónica Portillo, que está ya finalizando su tesis, estudiando cómo difieren los pacientes/usuarios de una Unidad de Conductas Adictivas (cocaína sobre todo), en función de su nivel de motivación para seguir el tratamiento de deshabituación y los estatus de identidad, en tres dominios diferentes (ideológico, ocupacional y relacional). Ha sido una investigación interesante donde obtener información actual relevante, acerca de cuáles son los estatus de identidad en una muestra de adultos emergentes, en este caso en la región de Valencia. En breve haremos la lectura de dicho trabajo, que espero que culmine satisfactoriamente un trabajo muy interesante.
Igualmente, antes de que finalizara el mes de agosto, junto a Gloria Nogueiras, particé en la 13th EARA Conference, en Spetses (Grecia). Este congreso es uno en los que más disfruto, por la especialización de sus áreas y el interés de sus ponentes invitados, que una vez estuvieron a una muy buen nivel. Especialmente la conferencia y taller práctico de Jim Marcia, el fundador (junto a Erik Erikson, en cierta manera) de la línea de investigación sobre la formación de la identidad en la adolescencia, a partir de su operativización del trabajo inspirador de Erikson, con su modelo de estatus. En un próximo post, escribiré un poco más al respecto de lo que se planteó en dichas sesiones.
Gloria y yo presentamos una comunicación acerca de los análisis longitudinales que habíamos llevado a cabo durante el curso de verano del curso 2011, impartido por John McWhirter, con el título "Aprendizaje en Desarrollo". Dicho curso se centraba en seguir los procesos de aprendizaje, entendido el aprendizaje como una transición más, y por ello, un fenómeno ligado a un cambio constante. La comunicación analizaba cuál había sido la trayectoria de tres grupos diferentes de participantes (en función de su grado de familiaridad con el modelo de enseñanza experiencial y la DBM en general), analizando también como ilustración una trayectoria de aprendizaje individual concreta, de uno de los participantes. El propósito era poder seguir las trayectorias dinámicas individuales y grupales, para comprender mejor, qué momentos del curso habían resultado más importantes y por qué.
Por último, junto al grupo FIT, también quiero enfatizar el excelente trabajo de investigación llevado a cabo por Miriam Gómez, acerca de la concreción de en qué consiste la tarea de facilitar grupos de innovación, mediante el análisis comparado de cuatro facilitadores. El análisis de los procesos de facilitación (y los procesos de desarrollo profesional asociados) es uno de los temas en los que el grupo FIT ha estado más involucrado los dos últimos años. Este trabajo suponía uno de los primeros productos tangibles, de los que se producirán más en breve. En este línea, se produjeron también varios trabajos de investigación tutelados, en los que se trataron también otra serie de temas muy diversos: el uso por parte de los adolescentes de las redes sociales y la relación con procesos familiares (estudiado por Carmen Calleja); la relación entre el síndrome de estar quemado y niveles de complejidad mental en profesionales de enfermería (Alfredo Serrano) y el análisis de los cambios transformacionales producidos en un grupo de alumnos que participaron en un curso caracterizado por seguir una metodología experiencial (Gloria Nogueiras).
Todos estos trabajos de investigación son una buena muestra de esa actividad investigadora, que transcurre en paralelo a nuestras actividades académicas oficiales más importantes. Espero que a lo largo de este nuevo curso, y en el marco de este nuevo blog, continuación del anterior empezado hace ya seis años, encuentre espacio para integrar la investigación, con la docencia y por qué no, la gestión.
Un saludo
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