viernes, 25 de marzo de 2022

Volver a empezar




Qué lugar más familiar y al mismo tiempo, qué ajeno. 

Dos años hacía que no escribía, y menudos dos años. Pero lo echaba de menos. No sé si algunos de mis lectores (si los hay) me han echado de menos. Yo sí he notado la ausencia de este espacio de reflexión. He estado en otros sitios. Estos dos años he tenido la oportunidad de escribir en nuestra revista del Instituto Ikeda, en la revista "The conversation", en periódicos como "El diario.es", o el propio diario de la UAH, también  en artículos más formales para revistas o libros. Y todo eso está muy bien, pero nada comparable a este espacio. 

No sé si están de moda o no, pero creo que sigue siendo necesario compartir mis reflexiones por este medio. Ante todo para mi mismo. Tener la oportunidad de reflexionar y compartirlo con otros, cada vez tiene más valor para mi. Tal vez porque cada vez tengo la sensación (irreal) de disponer de menos tiempo para mi. Menos tiempo para pensar sin tener en cuenta cuál es el propósito instrumental de lo que escribo. 

Y con independencia de lo que haya estado haciendo todo este tiempo (que ha sido mucho) aquí estoy con la intención de regresar y escribir más a menudo.

Mi contexto actual, además, es muy propicio. Este cuatrimestre estoy impartiendo Psicología de la Educación (continuando con el grupo del primer cuatrimestre).Y qué oportunidad más buena para seguir trabajando con este magnífico grupo. En principio no contaba con esta docencia, pero eso lo hace aún más valioso en potencia. 

Además sigo con mi docencia habitual en el segundo cuatrimestre, con Habilidades de Counselling y Educación para la Felicidad. 

Hay tantas conexiones cuando imparto simultáneamente tres asignaturas. Y además, nuestro contexto actual es tan complejo, tan cambiante, tan inquietante (a veces) que justamente resulta necesario poder compartir este espacio reflexivo. 

Una alumna de Educación para la Felicidad se me acercó hace dos semanas, preguntándome si podía explicar en más detalle cómo se reflexiona. Posiblemente los profesores exigimos muchas veces competencias que no especificamos, o que no enseñamos explícitamente. Una manera de hacerlo es mostrar cómo reflexiono yo mismo a partir de mi experiencia como profesor. Este ejemplo me sirve para volver a empezar. Me invita a ello. 

Me comprometo a compartir de nuevo mis pensamientos sobre cómo vivo lo que nos ocurre en clase (sobre todo) o lo que surja que considere relevante. 

Os echaba de menos (a lo lectores, si seguís por ahí)

1 comentario: