Volviendo a ver las cosas
al subir y bajar como antes,
el monte de otoño es nuevo
Natsumi Soseki
Cuántos posts he pensado escribir que se han quedado en el aire desde el último que publiqué... Espero que eso pueda cambiar este curso que recién empieza. Ayer leí un post de Pilar Mamolar, con el que no podía sentirme más identificado. Lo tituló la utilidad de lo que no es, de lo que no es explícito, de lo que no sigue necesariamente un propósito de utilidad y/o logro. La necesidad de los tiempos de reflexión, del silencio, entre otras cosas. La importancia del vacío, esa idea, tan oriental del vacío fértil.
Que no haya escrito o publicado nada desde mayo, no quiere decir que no haya estado activo estos meses. De hecho, me parece que a mayor actividad, menor probabilidad tengo de ponerme a escribir. Aunque, depende del tipo de actividad.
Para escribir necesito dos cosas: por un lado algo que decir, algo que necesito expresar, o sobre lo que necesito reflexionar. Por otro lado oportunidad para hacerlo. Esto último quiere decir que puedo disponer de un espacio tranquilo, con tiempo, para sentarme y escribir, sin temas urgentes a los que tenga que atender, o crea que tengo que atender. Me temo que ante todo me ha faltado lo segundo, o no he sabido cómo generar ese tipo de espacio. No he sabido respetar mis propios espacios reflexivos individuales. Y con eso no estoy satisfecho.
Los últimos meses se han caracterizado por una gran actividad de gestión. El final de curso suele ser de lo más dinámico, sobre todo si se desempeña una función de dirección de un departamento. Y a esa función, por motivos diversos, acabo de añadir una más, la de coordinar nuestro programa de doctorado en Educación. Todo esto implica, por así decirlo, espacio mental que es necesario organizar, compatibilizar con otro tipo de tareas, actividades y preocupaciones.
No suelo escribir mucho sobre lo que significa la gestión. Afortunadamente he podido reflexionar sobre ello dando un par de seminarios en el Master Internacional en Gestión Universitaria de la UAH, relacionados con gestión universitaria, procesos de comunicación y gestión de situaciones conflictivas. Pero no es lo mismo realizar un seminario, que escribir formalmente sobre ello.
A ver si puedo aprovechar este curso para sistematizar algo de todo esto. Pero no ahora.
Ahora quería aprovechar para recuperar este espacio reflexivo para centrarme en el contexto que lo originó: la docencia y también, la investigación.
Así que con el propósito de contextualizar quería sintetizar cuestiones recientes que influyen en el presente y temas que a los que me gustaría seguir la pista durante este curso.
Este cuatrimestre se va a caracterizar, o eso me gustaría, por la culminación de varias tesis doctorales, que ya están en fases muy avanzadas. Sobre todo destaco la de Gloria Nogueiras, que ha ido consiguiendo una serie de hitos muy importantes, como son la publicación de dos de los tres artículos que la conforman. Espero que podamos publicar el tercero en breve. Cuánto hemos aprendido y estamos aprendiendo con ese estudio de trayectorias de aprendizaje transformacional. Pero además, la tesis de Susana Domínguez (sobre la transición de la jubilación en docentes) y la de David Herrero (una valiente incursión etnográfica sobre lo que significó un proyecto de innovación en un instituto de secundaria) también van a aportar conclusiones muy interesantes.
Hay más tesis en curso, pero éstas son las que quería destacar en este momento. Una cosa curiosa del comienzo de curso, es comprobar como se inician procesos y finalizan procesos. Proyectos de Trabajo Fin de Grado que se empiezan a perfilar, muy cercanos a la resolución de Trabajos Fin de Grado que concluyeron hace muy poco. Trabajos fin de master que pueden dar origen a nuevas tesis doctorales.
Destaco todo esto porque en los últimos años, gran parte de mi tarea como profesor se ha convertido en una tarea de dirección o tutela de trabajos de investigación. Y qué diferente es tutelar procesos individuales de investigación a dirigir el proceso de aprendizaje de un grupo. Pero creo que cada vez dedicamos más tiempo a este tipo de tutelas, que desde luego requieren mucho tiempo y esfuerzo. Creo que requerirán más espacio explícito en el blog, o al menos siento que debería escribir más sobre ello.
Como contraste a todo lo anterior, acabo de iniciar la asignatura Developmental Psychology, en el grupo bilingüe del Grado de Educación Primaria. Esta asignatura es algo así como el primer escalón, y una de las experiencias docentes que más disfruto. Colaborar con un grupo en la indagación de temas relacionados con procesos evolutivos es una auténtica gozada. Y este año quiero generar algunos cambios. Sigo con mi propuesta de evaluación dinámica (que espero poder sistematizar en breve) y creo que voy a poder recuperar la experiencia de los metálogos que ya inicié con Gloria en el curso 2014-15, esta vez conversando con Luana, pero con la intención de invitar a más interlocutores, en un espacio de experimentación dialógico. Además quiero profundizar en una metodología experiencial que aunque estructurada, vaya generando su propio sentido de dirección. Algo que pude experimentar y disfrutar muchísimo en el último curso de verano, el pasado julio, "Desarrollando 5 actitudes Educativas". Tengo que escribir sobre él, porque creo que ha sido uno de los mejores cursos en los que he participado. Y creo que ha dejado un poso, por decirlo de alguna manera, que va a influir en la docencia de este año. Impartir un curso como ése, genera cierto impacto y eso creo que se va a notar en la asignatura de este año. Leía una entrevista a Javier Marías este verano, en el que decía que él escribía sus novelas "con brújula", no con un guión preestablecido. Y me pareció muy apropiada la metáfora. Así que vamos a ver qué tal es eso de guiar una docencia con brújula ;)
Lo principal que quería hoy era reconectar con mi proceso de escritura en este blog. A poco que empiezo se me amontonan los temas. Echaba de menos este espacio de pensar y compartir lo que pienso. Y además respetar también la desorganización de la propia escritura. Porque quiero seguir publicando posts que apenas reviso, escritos de un tirón.
Reinicio por tanto, con los que quieran el curso, o este espacio en el curso.
Un saludo
Alejandro
Leída tu entrada me he animado a interactuar a través de esta posibilidad de dejar un comentario en tu reciente post.
ResponderEliminarEl arte de escribir no es una de las más asiduas rutinas de nuestro pleno siglo XXI a pesar de todas las herramientas que tenemos a nuestro alcance, y menos aún, cuando nos proponemos hacerlo de forma pública. Desde luego hay que tener práctica y valentía. Dos cuestiones que aún no he podido alcanzar de pleno.
En mi caso, estoy haciendo práctica de ello, pero no de forma pública, en dos líneas de trabajo personal. Una de ellas, escribo en un cuaderno de papel y tinta mis reflexiones del día; escribo y cuento más allá de lo estrictamente laboral. Suelo hacerlo por la tarde aunque, dicen los que más saben, que para hacer una buena escritura creativa habría que escribir nada más levantarse por la mañana. Aún así, y como de un ejercicio físico se tratase,intento hacerlo de forma periódica. Todo se debe a que cuando pase un mes de práctica, me reuniré con una amiga personal, y podremos poner en común las sensaciones de este "entrenamiento mental". Este es uno de los objetivos de esta pasión por escribir. Y en la otra línea, de la cual estoy aún a la expectativa de su éxito en mayor o menor medida, es que he puesto en marcha con un alumno (de 3º de Educación Primaria), un intercambio de escritura basado en la idea del bestseller "The Freedom Writers Diary" de Erin Grunwell. Esta idea,surge como experiencia real de una profesora americana de High School,en California. Es probable que alguien haya podido ver la película. Lo más interesante del asunto, es cómo los alumnos que estando en un contexto de máxima dificultad de mantener su motivación hacia la escuela, la profesora consigue, a través de pequeños diarios de los alumnos, hacer un intercambio diario sobre las sensaciones e impresiones de la vida de éstos. Tanto es así, que además de conocer asuntos íntimos de sus alumnos, logran mejorar su competencia escrita así como establecer vínculos positivos hacia sus compañeros y hacia la profesora de tal manera, que según vas leyendo sus diarios, los alumnos convierten sus expectativas en un mayor reto.
He intentado resumir más o menos, pero animo a que en algún momento os acerquéis a la lectura del best-seller. Hecho este comentario, y volviendo atrás, estoy comenzando a poner en práctica un caso de "freedom writer" con uno de mis alumnos, con el objetivo de poder establecer mayor conexión con sus expectativas y ayudarle a mejorar en sus dificultades. Iré vivenciando esta experiencia en estos próximos meses. Y en la medida que pueda, intentaré compartirlo.
Yo también me animo a escribir de tirón. Es difícil, ya lo creo.;).
Maribel Pareja
Hola Maribel
ResponderEliminarGracias por escribir. No conocía esa experiencia, ni el best-seller que mencionas. Y tiene muy buena pinta, la verdad. Así que será genial si nos vas informando de ella, espero que podamos quedar pronto también, para hablar sobre ello.
Y desde luego, cómo no, te animo también a escribir públicamente. Aunque lo importante es escribir reflexivamente, se comparta o no, claro. En todo caso, ése es uno de los propósitos de este blog.
Leerte me hizo conectar con este libro que se acaba de traducir, que me parece que también te interesará, la autora es Sherry Turkle y el libro "Reclaiming conversation: the power of talk in a digital age". Creo que lo han traducido como "En defensa de la conversación". Seguro que le sacas partido.
Seguimos en contacto por aquí o por dónde sea ;)
Un saludo
Alejandro